14 de abril de 2008

Meine Erinerung

Cuando el mes ya va mediado, y la primavera terciada, cuando el dios de las calendas llama a las puertas de los idus.

Vuelve el recuerdo inesperado de cada 14 ansiado, y hoy escribo para aquellos que aún viven en el pasado.

Haced del pasado el presente pero dejad el odio enterrado, que los huesos ya no temen, ya no sufren ... ni aman, ni odian, pero enterradlos en sagrado. Levantadlos de sus fosas para que puedan caminar en paz, y sentir en el frío de calcio el calor del sol que ya ha llegado. Entre ellos hallaréis, santos de los que rezan y aman, de los que luchan y no callan, de los que combaten y reclaman, analfabetos de obra o maestros de seminario, de los que sueñan y lloran, ... vestidos de mono o sotana, serán santos porque lo dicen su alma o sus obras, sus manos con callos o su cara lavada, y también veréis canallas y asesinos de los del arma en la mano, la antorcha o la guadaña, de los de capa y capote, de los que fusilan las tapias, de los que creen que las balas salvan, que curan o espantan cuando sólo matan. Recordadlos a todos, pues humanos fueron, de sangre y carne que ahora les falta, de obras y trazos, gruesos y finos, recordad a los que en paz vivieron y por inocentes murieron al grito de la libertad, que en todas parte mora, pero dejad enterrados los odios que los mataron, entended sus palabras, comprended su pasado, recordad lo que hicieron, cada uno su nombre, cada uno su obra, acertado o errado, pero dejad sepultado, bajo su losa de mármol, hondo, muy hondo, tan lejano como el futuro que aún resta y también suma, los rencores, los dolores, los pesares, aunque cueste tiempo y alma, las iras y furias, hijas de los mismos dioses que de los hombres se burlan, dejad calladas y quedas todas las palabras que con rabia se gritan y con fusiles se clavan.

Que la libertad no mata, que el recuerdo no destruye, que la memoria no separa, no rompe, no desgarra, no divide, ni mapas ni tierras, ni ríos ni montaña, ni patrias reales o inventadas, ni naciones imperiales ni imperios nacionales, ... que son los vivos los que no avanzan los que se aferran a voces, a gritos, y a batallas, que no importa si fueron ganadas, que el mañana se hace de aciertos y fallos, pero más aún de lo que se cambia.

Cada primavera tres colores bastan, quien no lo entienda nada gana, quien lo quiera que sonría cada madrugada, porque hoy puede ser mañana. Guárdate de los Idus, oh, César, aunque no sea marzo pues traen colores de mayo.

Die.Dritte.wird.sein.