1 de octubre de 2009

El viejo Dragón apenas duerme

Vuela el viejo dragón desde hace 60 años, alto, muy alto, desde el profundo mar. Sólo uno bajo el cielo, esa fue la voluntad del primer emperador. Tiene el dragón cabeza de ciudad y cola de campesino, cree el pobre occidental que un dragón necesita alas para volar y por eso le pide democracia y libertad, pero el dragón surca el cielo entre nubes y montañas, desde miles de años ya, con sus bigotes largos, con sus patas de garras, sin caer jamás al mar.

Vuela el viejo dragón a una sola orden, a una sola voz, con su piel de escamas brillando bajo el sol. La cabeza se alza buscando el infinito más arriba, más arriba, quiere llegar, su cuerpo se alarga, su cola parte el yangtse por la mitad, su cabeza pide más, cada vez más y olvida el otro extremo que de él cuelga al final.

Sabe la cabeza del dragón que si muerde su propia cola, no podrá volar?