31 de diciembre de 2011

Soyuz Nerushimi

Tuvimos una bandera, una bandera que era roja, roja como la sangre, como la furia de siglos de años de vivir aplastados contra la tierra, sin más bien que la propia estirpe, sin más hogar que el aire mismo, roja como los errores, los más graves que uno cometer pudiera, roja por haber querido hacerlo todo bien y hacerlo todo ahora, roja del color de la impaciencia de una patria cualquiera, de recuperar días y noches a prisa sin detenerse a mirar siquiera, roja del dolor propio del pasado, y del ajeno en el presente, tan roja como el color de planetas lejanos creados por dioses en pie de guerra.

Tuvimos bajo el martillo, bajo la mies, bajo la hoz, bajo la estrella, la idea de un mundo nuevo en una sola tierra, en toda la misma tierra, en una sola patria, en todas las mismas patrias, colores en realidad de una sola, tuvimos la oportunidad, la voluntad, la fuerza, y la marea, para batirnos contra las rocas y los acantilados que separan los mares de los campos. Tuvimos entre nosotros sueños de gigantes y hombros sobre los que alzarnos para ver más lejos, más alto, mano contra mano, sin más piel que todas las pieles de la misma piel de todos los seres humanos, convencidos de que eran hermanos, tuvimos la posibilidad de ser honrados, de creernos mejores, de hallar mejores senderos, de tratarnos con respeto y trabajar del mismo lado.

Tuvimos aquel sueño de mil patrias, de mil lenguas, de mil ríos, mil lagos, de mil millones de seres humanos, todos hermanos, unidos por la mirada y por las manos, libres de cadenas sin ser esclavos, todo bajo una sola bandera del color de los días claros al amanecer de los rayos del sol de cada verano, lo tuvimos apenas unos días antes de empezar el año, sin embargo, ... dónde nos perdimos, dónde tropezamos, dónde olvidamos, dónde nos equivocamos, y sobretodo donde nos caímos que no fuimos capaces de levantarnos y seguir andando, de entender en que fallamos para empezar de nuevo si fuera preciso y avanzar ganando.

Sin embargo, al menos tuvimos una bandera, una razón primera, para alzar al ser humano de la miseria a la tierra.

23 de diciembre de 2011

Kredo

Creías que eras eterno, creías que eras inmortal, creías de niño que vivir y existir era todo un juego sin final, entre risas y besos.

Creías que a cada día seguiría un día nuevo, que la noche era el nombre de un día que aún no había llegado, creías entonces que aquellas manos que te sostenían no cambiarían jamás, que no las verías arrugarse, ni agrietarse, ni llegar a temblar, creías que siempre tendrías sus caricias.

Creías que tus ojos te permitirían ver más lejos que otros, que tu mente sería capaz de entender todo cuanto los demás jamás podrán comprender, creías que no morirías jamás, que cada día no tendría jamás un final, que todos los días uno tras otro eran el mismo día eterno, creías tantas cosas cuando eras niño, creías tantas cosas cuando eras joven que ahora ya no puedes cambiar.

Creías en todos aquellos que te habían precedido, creías en sus palabras que aún no eran tuyas, creías en sus obras, en sus gestos, en sus voces, creías en ellos antes de que sus cabellos se volvieran grises o blancos, creías tanto que no los pudiste olvidar jamás.

Creías que podías gastar las horas, consumirlas sin pensar en nada, creías que no importaría cuántas fueran hasta que llegó el instante en que las empezaste a contar, si has llegado entonces a ese momento supremo, no dejes que ninguna se aparte de tu lado sin haberla merecido, no pienses en cada día como si fuera el último, no, piensa en aprovecharlo como si fuera hoy antes de que llegue mañana.

Porque al final comprenderás que un día habrá en que al dormir ya no sabrás qué serás, sino que al despertar niño volverás a ser, y todo aquello que creías será de nuevo verdad.

8 de diciembre de 2011

Mater.pro.Nobis

En la hora nona de los maitines de laudes, una sola cosa habrás de entender, pues en verdad, en verdad te digo, que de todas cuantas verdades son verdad y cuantas son ciertas, entre todas las leyes del universo, sólo habrá dos que habrás de comprender, pues son verdades eternas. En todo cuanto oigas y escuches, e incluso en todo cuanto comprendas sólo dos verdades son ciertas, sólo dos son eternas.

Que todos los niños son iguales, que iguales son en las risas, en las carreras, en lo que apenas saben y en lo que aprenden, en los gestos que son tuyos y que mañana serán suyos, en las palabras que de ti entienden, en los juegos, en los miedos, en los enfados, en los caprichos, en los llantos, en las lágrimas de todo y por nada, en los sueños entre los brazos, colgados al hombro como un fardo, en los besos, en las miradas de pillos, y en las mentiras de libros y cuentos, en todo ello son iguales.

Que todas las madres son iguales, que hay hombre buenos, y hombres santos o pecadores, sabios o necios, generosos o tacaños, huraños o desprendidos, amables o serios, que de hombres hay varios y hay todos cuantos quieras, mas en las madres no hallarás diferencia, ni en sus abrazos, ni en sus regazos, ni en sus caricias, ni en sus vigilias, ni en sus esperas, ni en su paciencia, en su infinita paciencia, ni en su insistencia, tampoco en su insistencia, no hallarás forma alguna de ver en una, cosas que no haya en otra, ni en sus palabras, ni en sus gestos, ni en su lucha, ni en sus días, ni en sus noches, ni en los madrugones, ni en los minutos, ni en las horas, ni tan siquiera en los nombres, piénsalo bien y verás que en nada se diferencian sus nombres.

Mas también habrás de saber que ni fueron santas, ni vírgenes, ni inmaculadas, pues más que todo eso fueron, son y serán madres, y en verdad, en verdad te digo que al final de los tiempos, en carne y hueso morarán todas en el reino de los cielos, y si así no fuera, que no me busquen en las altas nubes, pues para mí siempre tomarán con un beso el hogar de mis sueños y mis recuerdos… hasta el final de mis días. Amén.

11 de noviembre de 2011

VollTräume

Sueñan los soldados, que las alambradas de las que cuelgan trozos humanos son zarzas y arbustos, de moras y bayas, ahora rojas, luego maduras, y finalmente negras. Sueñan que en las trincheras que les sirven de madrigueras, las ratas empapadas de erizado pelo, son alegres conejos, liebres y galgos, que trotan a saltos, entre arroyos claros, donde algunos ven lodazales de fango y barro. Sueñan tendidos, bajo la tierra fría, observando el cielo con sus cuencas vacías, mientras arañan el aire con sus huesos descarnados como tallos plantados. Sueñan el día que sobre la hierba fina, crecida y alta, o sobre la paja seca, descansando el cuerpo, el sol en lo alto caliente con rayos, la piel huidiza, acartonada y lisa. Sueñan creyendo que el jergón de tierra y polvo bajo sus restos humanos, son lechos de flores y dulces ramos. Sueñan que el viento que atraviesa su alma entre hueco y hueco son dulces caricias de viejos recuerdos, los labios templados de bocas ardientes de amores pasados, las manos suaves de sus ancianas madres asiendo en su pecho sus cuerpos menudos, los dedos fuertes de sus padres andando siempre a su lado, cogiendo sus rosadas palmas. Sueñan que entonces eran niños y ahora infantes. Sueñan que juegan a guerras fingidas, a batallas perdidas, combates de héroes y cantos de heroínas, a cuentos de hadas, a heridas sin llaga, a uniformes caídos que ríen, que hablan y andan. Sueñan despiertos, conscientes al fin, de que ahora, ahora sí ... ahora, están muertos. Sueñan callados entre murmullos de rostros desdentados con el dulce aroma de las amapolas rojas.

9 de noviembre de 2011

94.Novtiabr.

Quén despertó al alba, con dos cañonazos de la aurora, quién bajo la fría noche de la madrugada se puso en marcha aquella mañana, quién entre un bosque de bayonetas, sables y fusiles echó a andar hacia la historia, quién tomó los cielos al asalto cuando estos permanecían cerrados para los pobres a cal y canto, quién arrancó a la nieve las lágrimas de más de un llanto, quién enarboló en lo alto todo el poder para el pueblo, todo el poder al soldado, al campesino, al marinero, al trabajador y al obrero, quién se enfrentó al destino en una noche de otoño en pleno invierno, quién despertó al pueblo dormido, al pueblo vasallo, para dejar de ser siervo y esclavo, quién tomó partido por quienes nada habían tenido, quién arrebató el sueño, de vivir siempre en un imperio domado, a boyardos, señores y zares, quién se equivocó mil veces pensando que había acertado, queriendo cambiar de nuevo y continuar lo andado, quién derribó el águila que con dos rostros ceñía a un pueblo bajo sus garras, quién cambió el mundo, creyendo que nada volvería ser antiguo, y que todo sería nuevo, quién creyó en todas esas cosas, sin saber que el tiempo todo lo borra y devuelve el poder del pasado a quien siempre fue poderoso, y al esclavo sus cadenas de antaño.

Te equivocas, no fue el hombre del nombre del río helado, fue todo un pueblo con los brazos entrelazados, los dientes apretados y los puños cerrados.

20 de octubre de 2011

WFP.1p/3.5s.

A ver quién sabe contar, quién puede hacerlo sin parar, quién se basta con los dedos de las manos, quién quiere empezar, para un segundo un tercio, para un minuto diecisiete, para una hora mil cuarenta y uno, para un día veinticinco mil, para un mes setecientos cincuenta mil, para un año nueve millones ciento veinticinco mil para un lustro cuarenta y cinco millones seiscientos veinticinco mil para una década noventa y uno millones doscientos cincuenta mil, para un siglo novecientos diez millones doscientos cincuenta mil, si has llegado hasta aquí, si te has podido imaginar cada número al contar, si los has dibujado en tu mente en arábiga forma, o con el aroma de los granos de café, de arenas de una playa, de estrellas en el cielo, de gotas en el mar, de motas de polvo flotando, de poros de piel en la piel de la piel de quien amas, si a cada número has puesto el semblante de lo que sueñas tan grande como extenso, para abarcar el confín de nuestro pequeño universo, si lo has convertido en imagen de tu imaginación salvaje, y al pronunciarlo resuena tan inmenso como lo piensas, ahora ha llegado el momento de andar con tiento y poner a cada uno un rostro, un rostro de hambriento, un estómago vacío, unos ojos huidizos, unos labios resecos, unos huesos salientes, y una voz apagada pues cada segundo, cada minuto, cada día 25 000 ojos se cierran, 25 000 se mueren, se convierten en todo eso que se pierde y se olvida, eso que en algún momento se te escapa que fue la vida.

7 de octubre de 2011

SecundaPars.OstPars. Wand, UnsereWand.

Ahora que los dos son para siempre uno, ahora que pronto nadie recordará cuales eran los cuatro cuartos, ni que hubo una segunda parte y todos aprovecharán para decir que segundas partes nunca fueron buenas, ahora tal vez sea buen momento antes de que el otoño frío y húmedo entumezca nuestro cerebro y la niebla nos consuma en el olvido, tal vez ahora sea buen momento para pensar en lo que no supimos hacer...



por qué no supimos explicar que sería un buen comienzo aquel 1949, por qué no supimos entender que se acabaron los nobles, los señores y que todos seríamos héroes de los mismos colores, que habría respeto y solidaridad sin importar la raza, la vida o el lugar, por qué no supimos comprender aquel 1953 que no se puede doblegar el acero que levanta un país con todo su esfuerzo mientras intenta olvidar sus errores, sólo para que alguien presuma de nuevos logros, por qué no supimos parar los tanques bajo los tilos para entender que los camaradas eran ellos que pedían un resquicio al descanso de aquel junio entre hormigon y ladrillo, por qué no supimos explicar que aquel muro no era necesario porque no se puede atar lo que ansía moverse libre, por qué no fuimos capaces de hacer entender que es fácil tener y poseer de las cosas más de mil aunque nada de ello se necesite, pero que es más justo que todos puedan vivir, por qué no supimos hacer comprender que el estado eramos todos, que el estado eran los obreros, que eran los campesinos, los soldados, los ingenieros, los mineros, todos los que eran lo eran , por qué dejamos que nos separaran aquel agosto de 1961 con alambre y espino siendo hermanos, padres, madres, hijos e hijas, por qué no supimos hacer entender que un pueblo es todo ser humano y que si uno huye por su propio beneficio el resto queda herido, que si uno está encadenado, nadie más podrá volar lejano, que si uno es atormentado, oprimido o perseguido, nos deja el alma muerta a los que miramos sin compartirlo, por qué no supimos aceptar en qué fallamos, en qué nos equivocamos, por qué aquel noviembre de 1989 no luchamos y resistimos en aquello que estamos acertados, por qué dejamos que el trabajo de un país alimentara a unos pocos y engordara a algunos menos, para luego quedarnos sin nada y además tener que bajar la mirada, por qué aceptamos que Karl es menos que Klara.

Así pues llegó la hora en que habrá que recordar a todos cuantos bajo el haz de centeno, el martillo y el compás vivieron, a los que entonces por vivir en un mundo enfrentado perdieron la libertad o la vida, pero también a todos los que después de haberlo dado todo, de haber creído que era posible un mundo mejor y en paz, hoy son privados de todo cuanto lograron después de cuarenta años, sin poder siquiera quejarse, que los vencidos callan y otorgan ... sabed pues vencedores y también vencidos, que aún hoy, en algunos día de otoño, quizás porque sean grises los días, y frías las noches, algunos preferimos mundos extraños e imposibles donde campesinos y obreros llegará el día en que vivan en paz y sosiego, sin que ésta sea la paz del dinero ni la del miedo, ni la de los cementerios.

4 de octubre de 2011

PrimaPars.WestPars. Feldgrau, Schöne Feldgrau.



Quizás llegó la hora de preguntarnos, heroicos juglares prusianos que persisten en contarnos que una mañanita de 1943 se despertaron de su sueño, si fue en aquel preciso instante que buscaron la justicia que olvidaron, o simplemente que entonces y sólo entonces les tembló la mano... a la nación alemana hoy le preguntamos: qué hicimos aquel año de 1933 cuando se asomaron al balcón de la kanzelerei los negros nubarrones de los mediocres pintores, mientras los ancianos mariscales seniles agonizaban en sus lechos de medallas y tambores, qué hicimos cuando tras el incendio del sagrado parlamento de la voz, el pensamiento y la palabra, arrebatamos los derechos a los que creían en la revolución haciendo de todos uno y de cada uno un culpable y un traidor, obrero o no, condenándolo al exilio o la prisión sólo por un delito de opinión, qué hicimos aquel septiembre de 1935 cuando la ley trazó una frontera de sangre, mientras miles perdían su lugar en universidades, escuelas y trabajos, por su fe, por el perfil de su nariz o de su nuez, y comenzaron su camino hacia chimeneas de adobe y ladrillo, tampoco entonces vimos nada, tan invisibles eran nuestros hermanos, nuestros amigos que no lo supimos, tan silenciosas sus filas que no oímos sus pasos en la noche, tan fríos nuestros corazones que los confundimos con la niebla, qué hicimos de la BlumenKrieg de 1937, qué hicimos aquel nuevo septiembre del 1938, septiembre, dichoso septiembre, qué fue entonces de los tranquilos bosques de los sudetes, de la ciudad de Praga, qué hicimos entonces sino alegrarnos la vista con las fronteras de la nación alemana que crecía hasta los tiempos de 1918 y se acercaban a las del viejo imperio, a aquel día de Versalles, aquel viejo 1870, qué hicimos cuando de nuevo en septiembre de 1939 convertimos Varsovia en un ghetto, qué hicimos cuando desfilamos por París para tomar un té a la sombra de las tullerías, o al aroma de las flores remontando los Campos Elíseos, qué hicimos cuando descubrimos los fiordos noruegos, los lagos finlandeses, o cuando arrasamos Rotterdam, o mientras ardían Coventry o Londres, qué hicimos entonces, qué hicimos aquel 22 de junio de 1941, sino avanzar hacia el este, qué hicimos al sitiar Leningrado, qué hicimos en aquel invierno de 1941 al llegar a las afueras de Moscú, qué hicimos aquel verano de 1942 mientras tomábamos toda Ucrania hasta Crimea, y casi un año después, qué hicimos con la llegada de la nieve en 1942 a orillas del Volga en el interior de Stalingrado... la respuesta es nada, siempre nada, nunca nada, todos jurando fidelidad eterna al supremo ser, y arrastrando el honor del pasado por el fango de la batalla durante una década, llenando de barro las dos franjas rojas de la altiva pernera y las hojas de roble doradas de las solapas, sólo el helado febrero de 1943 convenció a los irreductibles, cuando victoria empezó a escribirse con K de Kapitulation, sí otra vez kapitulieren, otra vez, porque al mismo error, el mismo final, sólo entonces dimos la vuelta y los muy heróicos germanos regresaron sobre sus pies helados para maldecir el bigote, el flequillo, la mirada y la voz de su amo, entonces sí, entonces aquellos que extendieron el horror sobre la faz de la tierra decidieron romper las cadenas que los conducían al abismo y destruir al tirano, demasiado tarde para salvar a los inocentes, demasiado tarde para lograr de los canallas el perdón y borrar los pecados que todos llevamos.

Aún hoy arrancamos de pequeñas callejuelas de un OstBerlin indefenso y ajado los nombres de aquellos que antes del horror adivinaron el futuro y con sus manos desnudas de abogado judío o de viejo partisano, lucharon, defiendiendo a los desamparados de los atropellos de crueles villanos, borramos su rastro y su rostro sólo por los pecados de quienes los honraron, mas no dudamos en ensalzar orgullosos a aquellos que con sus uniformes de corte bien entallado, sus nobles apellidos con von o graf o herzog repletos, a esos sí que los alabamos, cuando sólo se rebelaron al sentir los laureles sobre sus craneos marchitos, pues sabed antiguos guerreros que tanto os gusta prodigaros y en banderas de muerte y sangre amortajaros, que aún entre nosotros hay quien estima más… el hinojo de los panes ácimos.


22 de junio de 2011

Говорит Москва

Говорит Москва

СВОДКА ГЛАВНОГО КОМАНДОВАНИЯ КРАСНОЙ АРМИИ
за 22 июня 1941 года

С рассветом 22 июня 1941 года регулярные войска германской армии атаковали наши пограничные части на фронте от Балтийского до Черного моря и в течение первой половины дня сдерживались ими. Со второй половины дня германские войска встретились с передовыми частями полевых войск Красной Армии. После ожесточенных боев противник был отбит с большими потерями. Только в Гродненском и Кристынопольском направлениях противнику удалось достичь незначительных тактических успехов и занять местечки Кальвария, Стоянув и Цехановец, первые два в 15 км и последнее в 10 км от границы.

Авиация противника атаковала ряд наших аэродромов и населенных пунктов, но всюду встретила решительный отпор наших истребителей и зенитной артиллерии, наносивших большие потери противнику. Нами сбито 65 самолетов противника.

СОВИНФОРМБЮРО



Govorit Moskva!

SVODKA GLAVNOGO KOMANDOVANIYA KRASNOJ ARMII
za 22 iyunya 1941 goda

S rassvetom 22 iyunya 1941 goda regulyarnye vojska germanskoj armii atakovali nashi pogranichnye chasti na fronte ot Baltijskogo do Chernogo morya i v techenie pervoj poloviny dnya sderzhivalis' imi. So vtoroj poloviny dnya germanskie vojska vstretilis' s peredovymi chastyami polevyx vojsk Krasnoj Armii. Posle ozhestochennyx boev protivnik byl otbit s bol'shimi poteryami.
Tol'ko v Grodnenskom i Kristynopol'skom napravleniyax protivniku udalos' dostich' neznachitel'nyx takticheskix uspexov i zanyat' mestechki Kal'variya, Stoyanuv i Czexanovecz, pervye dva v 15 km i poslednee v 10 km ot graniczy.

Aviacziya protivnika atakovala ryad nashix aèrodromov i naselennyx punktov, no vsyudu vstretila reshitel'nyj otpor nashix istrebitelej i zenitnoj artillerii, nanosivshix bol'shie poteri protivniku. Nami sbito 65 samoletov protivnika.

SOVINFORMBYURO

9 de junio de 2011

Estudiante Estucador

Fotografías de Mauricio-José SchwarzDos nombres y un hombre, dos hombres y un nombre, dos nombres y un muerto, dos nombres y un vivo.

Una alambrada, una chimenea, humo blanco, ceniza calcárea, una chimenea fantasma que no existe, que aquí no hace falta.

Un muro de armas y balas, una muralla de huesos y pieles, de papeles y zapatos, de vivos sin alma, de muertos sin calma.

Qué puedo hacer, qué hice, qué debí hacer, sigo pensando y me pregunto, qué pude hacer.

Elegir entre los vivos, elegir entre los muertos, uno en la lista, diez fuera, elegir, a quién elegir, qué debo hacer, si la soga también aprieta mi cuello.

Y sigo pensando, qué debía hacer, qué podía hacer. Un año de alambre y espino.

Ser excluido, ser apartado, entre amigos, ser cuerdo y ser extraño. Escribir, leer, y contar, la historia que no ha terminado, y leer, volver a leer.

Y pensar de nuevo qué se pudo hacer, qué se hizo en vano, y cuántos se quedaron, a cuántos se eligió, cómo elegir entre vivos y muertos, entre esqueletos y trapos.

Qué debía hacer. Ahora ya no importa, ahora de entre los vivos tomo asiento entre los muertos, entre aquellos antiguos hermanos, poco a poco volvemos a lugar que abandonamos.

Tomo asiento, y leo, vuelvo a leer en el paraíso de mi antiguo infierno.

18 de mayo de 2011

Alt.werden.Wir.nicht

Que todos nacimos erguidos, sobre dos piernas, ni tres, ni cuatro, ni con motor en las ruedas. Todos corríamos de niños antes que andar supiéramos, alzando los pies sin tocar el suelo siquiera, sin hacer surcos en la tierra. Todos tuvimos en los ojos mirada de lince y águila certera, brazos fuertes de roble y castaño tallados, hombros anchos y derechos como la tabla de una puerta. Manos firmes y templadas, sin manchas, ni huesos salientes. Todos tuvimos el cariño de los que nos precedieron, el abrazo y el beso en el rostro templado, incluso en los días fríos y helados bajo la escarcha. Todos fuimos de acero en cuerpos de goma, duros como la roca. Todos tuvimos ante nosotros los días, las noches llenas de sueños, y tras nosotros, todos nuestros recuerdos. Todos tuvimos de pájaros las cabezas llenas,... tuvimos árboles azules, soles marrones, y campos violetas de trigo plateado, tuvimos las palabras al viento, los dedos ágiles y prestos, el oído fino, y el verso atinado.

Todos fuimos de niños, viejos. Todos tuvimos... no, fuimos... qué estaba diciendo... ya, sí, ya sé,... vivir es cuestión de aliento, morir es sólo cuestión de tiempo.

yo no hago la revolución sólo ayudo a hacer un wlog.

17 de mayo de 2011

gehobene.Sprache

Día das linguas mortas, día do vello falar, das verbas esmorecidas, das cantigas da nenez, esquecinte o medrar.

Di quen manda calar, que hai linguas de ben nacido, e tamén voces de can, que o bilingüismo é o futuro, e os antergos, mortos e esquecidos han de ficar, di quen non sabe falar, nin escoitar, nin mesmo cando calar, que só na súa lingua é posible deprender, ignora quen así di, que as linguas son para bicar a quen te bica, para amar a quen te escoita, para falar a quen te fala, para escoitar a quen te ama, a quen te odia ou a quen te agarda, que as verbas son historia, do que te aprenderon no pasado, do que xa non poderan contarte, do que perdiche ao marchares, mais aínda e todo, inda por riba, pervive na tua lembranza queda, durme no colo da túa consciencia.

Non hai lingua, nin fala que dependa de quen a diga, de cántos a coñezan, de cántos a protexan, que as linguas son todas novas, son todas nosas, e un día, tamén, serán todas mortas, mais namentras teña vida de abondo, cada unha que eu deprenda será unha codia nova, unha nova póla, cada día, unha folla nova.

“Cuspídeme enriba cando pasedes por diante do lugar onde eu repouse, enviándome unha húmida mensaxe de vida e de furia necesaria”. Lois Pereiro (1958-1996). 17.Maio.2011

9 de mayo de 2011

Schwarz und Gelb

Sí, recordamos, nosotros los que allí no estuvimos, los que no luchamos ni arriesgamos nuestras vidas, los que aún estamos vivos, los que no sufrimos ni un solo día, la nieve, el barro o la lluvia, los que no comimos serrín por harina, ni cortezas por filetes, los que no perdimos la vida y la sangre en cada casa en ruinas, los que no dejamos atrás familias, amigos, a tantos y tantos seres queridos, nosotros los que no retrocidimos y avanzamos, retrocedimos y avanzamos, y dejamos atrás tendidos, camaradas y amigos, viejos camaradas, buenos amigos, nosotros que hemos nacido con el pan en la mesa puesto, con la ropa limpia y bien cosida, nosotros que nunca tendremos el valor de batirnos por lo justo, y huiremos ante lo injusto, nosotros recordamos a todos aquellos que honradamente dieron su vida bajo la estrella roja y hoy se unen a tantos y tantos caídos.

Sí, nos enogullecemos, nosotros los que sabemos que había entre todos ellos, seres justos, hombres, mujeres, y seres humanos, nosotros que no ignoramos que en la guerra y el horror, los canallas sobreviven mejor, y aprovechan sus horas para liberar la bestia que siempre son, nosotros de esos renegamos, pero no por ello rechazamos a todos aquellos que creyeron y con valor combatieron hasta el final de sus vidas, de sus cortos días por aquellos a los que amaban y por aquellos a los que no conocían pero también sufrían, nosotros que no hemos tenido que debatirnos entre la duda de qué hacer cuando la muerte nos mira, que no tuvimos que vivir entre el horror, nosotros en fin que no tendríamos ni una pizca de su valor, para morir un día sin saber que sucederá luego y si mereció la pena, nosotros nos enorgullecemos de todos aquellos que honradamente dieron su vida bajo la estrella roja y hoy se unen a tantos y tantos caídos.

Recuerdo y me enorgullezco.9.Mai.1945

Я помню! Я горжусь!

14 de abril de 2011

Abre Abril

Primavera de abril, primavera que en Julio muere, primavera que la tercera ser quiere.

Olvidan algunos, que de nada sirve el poder de una bala, que la sangre demarrada no cambia la voluntad ni doblega la conciencia, que sólo vale la palabra. Olvidan, que los muertos son muertos que ya no hablan, pero que con calma esperan, que en la tierra, en las tumbas, en las cunetas, en los prados, en el viento o en las flores, sólo quedan los huesos porque no se entierran las almas. Olvidan algunos, que nada cambia si se camina de espaldas, que no se avanza si no mira adelante, que sólo los errores que se comprenden se evitan, sólo los aciertos que se guardan permiten que crezca el mañana.

Olvidan todos, que los colores de las banderas no son nada, que no importa el tono ni la luz que de ellos emana, si no la mente, el valor, la razón que las sostiene o las acompaña, que con ellas se cubren los santos, los niños, los viejos, y también los canallas, que de colores está la luz plagada, y de millones se pueden pintar las mañanas.

Pero hoy es hoy, ni ayer, ni mañana, hoy es abril, de un año cualquiera que llegó y ya se marcha, mas durante un segundo volveré la mirada para contemplar el día que un pueblo creyó que se podía avanzar caminando, abrazado a la razón y la palabra, a la libertad y a la conciencia clara, a la certeza completa de que sea quien sea, yo soy como cualquiera.

12 de abril de 2011

108.Min

El primer hombre después del mono, el primer mono después del primer perro.

De la tierra a los cielos, para ver desde lo alto que no hay líneas sobre la tierra, hay mares y océanos, nubes blancas y blancas arenas, bosques y campos. No vio dioses, ni ángeles, ni arcángeles, ni querubines, ni niñitos con alitas, ni escuchó el tintineo de sus inventadas liras, ni tan siquiera durante un segundo pudo disfrutar del lujurioso Olimpo, solo un vacío negro, negro y hermoso, negro e inmenso, inmensamente cubierto de leves motas, planetas, cometas, anillos, astros, y estrellas brillantes, y un sólo sonido, el de su agitado aliento, el de su entrecortado jadeo, el de su corazón latiendo, y en un segundo se olvidó del miedo, porque nadie antes vio el mundo como lo vio él en aquel momento, ese momento en que morir no importa, en que morir es poco, por alcanzar la gloria.

El primer hombre después del primer mono que puesto en pie caminó derecho. Mas, no temáis, es de los nuestros, es el primer hombre soviético. Es Yura sonriendo.

12.04.61.5.30

5 de abril de 2011

Nichts ohne FE

No se puede vivir sin FE. Sin FE no conoceríamos las miserias del capitalismo del siglo y de todos los siglos; sin FE, sin su aportación capital, no habría habido ni manifiestos, ni volúmenes, ni artículos, porque el hambre habría matado el pensamiento. Sin FE, no habría habido imprenta, ni escritos que hubieran podido ser leídos, sin FE, no habría habido memoria tras su muerte; sin FE, no habría habido filósofo, sino rata barbuda de biblioteca británica; sin FE, no habría habido una voz en alemán; sin FE, no habría habido el exilio más allá del canal; sin FE, no habría habido amigo incansable y paciente; sin FE, no habría habido sombra que acompañara al gigante; sin FE, no habría habido voz para avivar el fantasma; sin FE, no habría habido cinco puntas para una estrella; sin FE, la Comuna habría muerto; sin FE, no habría habido Octubre; sin FE, no existiría la nostalgia; sin FE, no se habría entendido, lo que no se entendió, ni lo que se dejó escrito; sin FE, no tendríamos tres volúmenes, ni discurso del 17 de marzo, ése que hablaba de las tres menos cuarto de la tarde de tres días antes; sin FE, no habríamos comprendido nada. Sin embargo, ya no nos queda FE desde un 5 de agosto, cómo vivir sin FE?.

Hast Du das richtig verstanden? Dein Dauerfreund, Karl.

8 de marzo de 2011

Santísima Trinidad

No, no voy a hablar de fantasmas invisibles, ni de palomas areoladas, no voy a hablar de tres chicas que salieron de la academia de policía, antes deberías apagar ese televisor que te amamanta y atocina tu cerebro.

Hoy es hora de hablar de tres mujeres como raras veces hemos tenido la suerte de encontrar, no porque sea poco frecuente encontrar mujeres así, sino porque es complicado tropezarse con tres personas semejantes en el mismo instante de nuestro mismo universo y poder disfrutar de todo cuanto nos han enseñado. Tres seres ejemplares movidos por la voluntad contra los prejuicios de medio mundo, contra la opresión invisible fundada en creencias absurdas propagadas por costumbres y hábitos paternales y paternalistas, contra la convicción humana de que un ser humano es un cuerpo que tiene dueño, contra la estupidez permanente de pensar que una mujer sin dueño es propiedad de todos los seres tripáticos, pues bien, hoy es hora de recordar a tres entre cientos, a tres entre miles, a tres entre millones, a tres entre billones, entre trillones, entre cuatrillones, y también es momento de recordar a todas las demás.

Los hay que creen que la teoría fue de Karl, que la imprenta era de Friedrich, que la voluntad era de Vlado, que la pasión era de Leo, y que la fuerza era de Iosif, pero yo os digo que no, que no hubo revolución de cinco puntas colgadas del pecho de santos varones, que en verdad no fue en octubre sino que fue en febrero, en un invierno que pasado el tiempo se hizo marzo, que en aquellos días la revolución era nombre de mujer, que sus manos eran las de las tejedoras de Petrogrado, que su voz era el grito desesperado de las madres de hijos muertos, asesinados por la guerra o deportados por sus ideas, que el corazón era el de aquellas que querían ser libres como cualquiera, que las lágrimas eran las de aquellas que ya no podían alimentar a sus hijos ni con pan ni con leche mientras los salones imperiales rebosaban de valses, condes y condesas, que sus cuerpos fueron los que sufrieron el filo del sable y la bayoneta, el golpe de cascos y herraduras, por eso hoy, en febrero, … en marzo, aún queda media humanidad bajo la bota de quien cree que la genética y el álgebra no tienen las mismas reglas, porque a todos, yo os aseguro que no hay teorema más demostrado que X * X >= X * Y.

A Clara, a Alexsandra, y a Rosa, ésta última, voz acallada con la culata de un fusil.8.März.

1 de marzo de 2011

Dualidad Hondo.Crepúsculo o por qué Leo a Iosif.


Cuánto pudo odiar Iosif a Leo?, Tanto como parece, tanto como hemos creído, tanto como nos han hecho creer?

Acaso no es la misma sensación que ya vivimos cuando en el 18, aquellos que decían amar a la Gran Alemania decidieron odiar a unos pocos, unos pocos locos rojos, porque querían la paz, no la rendición, mientras los primeros ansiaban la guerra hasta sus últimas consecuencias?

En los tiempos en los que Iosif aún latía, atusaba sus bigotes georgianos, y asustaba a sus enemigos en todos lados, era normal que el pueblo a quien repetían constantemente que los agentes exteriores amenazaban los logros de su tiempo, creyese que eso era verdad; la revolución, la guerra de continuación, las cartillas de racionamiento, todo aquello había costado tanto esfuerzo, tanto sacrificio y tanta sangre propia y ajena, que era fácil pensar que si los agentes extranjeros querían destruirlo todo, y Leo vivía en el exterior y también en la mente obsesiva de Iosif, desde antes incluso de que Vlado dejase este mundo, era normal entonces que uno creyera que el uno era la causa y el otro era el defecto, incluso si además aquellos buenos y nobles camaradas resultaban ser infames traidores que así lo afirmaban antes de ser condenados; acaso no aseveraban haber sido pagados por Leo para llevar a cabo acciones de sabotaje? no nos creemos ahora todo cuanto la hipocracia nos cuenta de lugares que deben se democratizados y liberados les guste o no, como a nosotros nos conviene? no creemos firmemente en toda cuanta boborevolución cromático emancipadora nos sacude cada día? cómo no iba a creerlo uno en los años 30? Así pues mientras Iosif vivió, por obligación y por las inumerables pruebas, como el hecho de que el mismo Leo se plantara un piolet en mitad de la frente para acusar a Iosif de querer zanjar la cuestión a la montañesa, todo aquello era de lo más normal del mundo.

Pero cómo explicar entonces que semejante odio haya sobrevivido a ambos y llegado a nuestros días, tal vez porque aquellos que siguieron fieles a la memoria de Vlado vieran cómo poco a poco el paroxismo llegaba a todos los rincones de la madre patria, cómo los sucesivos cuadros del partido se asentaron en sus sillas carentes del más mínimo genio o impulso de la tríada primigenia de las cuatro letras, todos ellos no hicieron sino dejar que la máquina rodara, así pues cuando llegó el final, inmediatamete se despertaron e igual que Dolfi y sus comilitones en el 18 se preguntaron cómo era posible la derrota, cómo si la guerra estaba ganada? acaso serían Rosa y Karl con su revolución para conseguir la paz a sus espaldas los causantes, no los convertía eso en traidores, en pérfidos seres, y por tanto toda la culpa no sería suya completamente suya? del mismo modo cuando en el 91 la incompetencia navega en vodka y se hace gobierno destruyendo el trabajo de millones durante 70 años, algunos se preguntan, si con Iosif ganamos la guerra civil, la gran guerra patria, la carrera espacial, la reconstrucción de Europa, si llevamos nuestros ideales hasta las puertas de la Roma Imperial, el Alegre París, el Flemático Londres, o la Musical Bonn, y ahora que él ya no está todo se ha perdido para siempre, es que todos los que le siguieron no merecen la pena, y si Iosif era el único bueno, se convencerán, de que si él creía que todo era culpa de Leo, entonces todos cuantos han fracasado en la conquista de los ideales que Vlado se impuso al comenzar el siglo pasado son fieles partidarios de Leo y por tanto vivieron equivocados; así de sencillo es llegar a odiar, sólo hace falta creer hasta el final, creer sin pensar, tan simple como la puñalada por la espalda del 18. Una vez que no puedes vencer al enemigo exterior, es más fácil machacar al amigo interior.

Sin embargo debemos aprender a creer para cambiar y a pensar para avanzar.

11 de febrero de 2011

El hombre de la manta

Cualquier lugar es bueno en su memoria para detener el paso y echarse al suelo, que no ha conocido hacienda, ni posada, ni venta, desde que todo hombre está en venta.

Que no tiene adarga, mientras la mano alarga para pedir pan para mañana, que no conoce rocín ni flaco, ni gordo, si no es en plato de mesa en filete adobado, que a su galgo, que no es galgo, que es pellejo de calle, y de pulgas correo, lo tumba a su lado para darle calor y consuelo. Que en su cabeza no hay bacía, vacía lleva la tripa, y destripada el alma, pues no conoce barbero, ni barreño, ni jabón para el pelo. Que de entuertos está repleto, hastiado, aplastado, de los desfacidos y de los facidos por el mundo y el dinero. Que si tuviera espejos, en la locura entraría con una sola lágrima que viera de su rostro hambriento, de su ser harapiento, mientras tras el azogue es la mano del opulento la que sostiene su tormento. Que no hay molinos de viento, sino frío y nieve en el invierno, que no hay ejército de lana de a cuatro patas, sino calor y sed en el verano, que vagando de isla en ínsula, y de sendero en sendero, sobre sus pies de roída suela, el enjuto hidalgo cabalga. Hidalgo solitario, sin ama para custodiar sus bienes, sin sobrina para soportar su cansancio, sin cura de responso para apaciguar su alma atormentada, sin bachiller que tire cuatro versos en su epitáfio postrero, si no es 'desconocido' cuando ate su pliego al dedo del pie derecho.

Sin manco que escriba un relato en dos partes de historia, una de hambre y otra de asfalto.

4 de enero de 2011

Feliz 2011





Gracias a un vallecano en Rumanía