Has escrito sobre un muro con la punta de tu bayoneta un
nombre, un lugar, un destino. Te observan los caballeros teutones con su mirada
de piedra, ellos que ni siquiera, en este momento, sumidos en la derrota, y
ennegrecida su cota de mallas bajo sus anchos mostachos, sienten la más mínima
piedad.
Permanecen impasibles pensando que también este tiempo
pasará, satisfechos de no haber caído, creyendo que no importa todo lo que ha
pasado, imaginando que llegará el día en que los despierte de nuevo la historia.
Pero tú no puedes olvidar el largo camino que has tenido que
cruzar, cuánta sangre has visto derramar... tan injustamente. Crees que así tu
hazaña será inmortal, pero te equivocas, tu única gloria será haber
sobrevivido, tu única hazaña encontrar una esquiva lágrima que surja hoy al
saber, años después, que de aquel día borrarán todas las huellas para así poder
culpar a quien quieran culpar.
Caminar hoy casi rendido, doblado por la vida, pero aún con
el rostro altivo, y bien erguido, saber que se luchó incluso herido, y perdido,
pero que al final se ha sobrevivido, y que con suerte, tal vez, se haya vivido,
pero sabiendo también que aunque algún día te irás siguiendo el vuelo de las
grullas..., mientras vivas aún podrás decir: yo he vencido.
Мама, мама, прислушайся, это мой голос, я дома опять.
(Mamá, mamá, escucha, ésta es mi voz, he vuelto a casa)
9.maya.2015.День Победы. 70 лет