5 de abril de 2011

Nichts ohne FE

No se puede vivir sin FE. Sin FE no conoceríamos las miserias del capitalismo del siglo y de todos los siglos; sin FE, sin su aportación capital, no habría habido ni manifiestos, ni volúmenes, ni artículos, porque el hambre habría matado el pensamiento. Sin FE, no habría habido imprenta, ni escritos que hubieran podido ser leídos, sin FE, no habría habido memoria tras su muerte; sin FE, no habría habido filósofo, sino rata barbuda de biblioteca británica; sin FE, no habría habido una voz en alemán; sin FE, no habría habido el exilio más allá del canal; sin FE, no habría habido amigo incansable y paciente; sin FE, no habría habido sombra que acompañara al gigante; sin FE, no habría habido voz para avivar el fantasma; sin FE, no habría habido cinco puntas para una estrella; sin FE, la Comuna habría muerto; sin FE, no habría habido Octubre; sin FE, no existiría la nostalgia; sin FE, no se habría entendido, lo que no se entendió, ni lo que se dejó escrito; sin FE, no tendríamos tres volúmenes, ni discurso del 17 de marzo, ése que hablaba de las tres menos cuarto de la tarde de tres días antes; sin FE, no habríamos comprendido nada. Sin embargo, ya no nos queda FE desde un 5 de agosto, cómo vivir sin FE?.

Hast Du das richtig verstanden? Dein Dauerfreund, Karl.