8 de noviembre de 2008

K.O.

Cada año pasa un año, pero hubo uno en el que pasaron otras cosas. Un mes se volvió rojo, y en un instante cambió de nombre, de octubre pasó a noviembre. Hay quien cree que de lo hecho nada vale, que lo injusto lo es en todo, porque a veces lo fue en parte, pero cuando la parte se reparte y se vuelve el todo, a nadie le importa si lo justo es juez o parte. Si entiendes lo que digo, escucha y aguarda, porque en esto sólo está la nada. En el otoño del siglo en el que nacimos, un 26 de octubre que ya nunca volverá, hubo quien dijo que un hombre lo es por haber nacido, no porque lo diga el zar o la zarina, hubo quien dijo que cinco siglos son bastantes para que los siervos sean ganado que se venda y que se mate, hubo quien dijo que la sangre de miles en los frentes de batalla vale más que la tierra que se gana, ... un hombre subido a un tren, una estación, una ciudad, un mundo por conquistar, un imperio que levantar, en el que todo hombre valga igual, en el que no haya amos ni dueños, sino seres iguales. En los años que han pasado, una estrella ha brillado, del color del sol de la mañana, los días se han llenado de errores y aciertos, algunos en sangre, otros en hambre, unos mejores, otros peores, de héroes y canallas, todos de naturaleza humana.

Setenta años bastaron para cambiar el mundo, para demostrar lo que se puede lograr cuando todos se dan la mano, y veinte han bastado para mostrar lo que se puede conquistar con el egoísmo humano. A los que entonces creyeron que el mundo sería mejor, a los que se equivocaron para conseguirlo, a los que aún lo piensan, hoy es ayer, y también hoy, al alzar la vista en lo alto del cielo un planeta rojo gira entorno al sol, porque el rojo no es un color.

Krasnii.Oktiabr!