10 de abril de 2013

Campari

Y a falta de días para saber que pronto todo pasa, uno puede hacerse viejo, llenar su cabeza de calvas, sus pelos de canas, su rostro de arrugas, sus ojos de nieblas, sus manos de manchas, sus dientes de encías... y sin embargo, seguir con la mente fresca, llena de recuerdos que se hacen presentes, repleta de viejos sueños que se confunden con los días y las noches. Y después de haber visto, vivido y escrito, simplemente decir trás un sorbo de Campari... Muchas gracias a todos, y luego, así, dormirse sin más.